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SALIR A COMER EN BEIJING, TODO UN DESAFÍO

SALIR A COMER EN BEIJING, TODO UN DESAFÍO
Salir a comer en China, sin dudas es todo un desafío. El primer obstáculo es la barrera idiomática, la mayoría de las personas no hablan Inglés y los menús tampoco están en ese idioma, por lo que es muy difícil sabes qué se ordena.
Por otro lado la sociedad china acostumbre a comer animales que no son comunes por estos lados, por lo que si no querés comer perro, rata, murciélago o cerebro de mono vas a tener que tener tu traductor en mano, porque es están por todos lados.
Me encantaría poder decirles el nombre del restaurante, pero imposible retenerlo y traducirlo, solo puedo decirles que este tipo de buffet es muy común en el país por lo que seguramente encuentren muchas de estas propuestas.

...si no querés comer perro, rata, murciélago o cerebro de mono vas a tener que tener tu traductor en mano, porque es están por todos lados...

Todo empieza con una olla con agua y condimentos gigante que ponen a hervir en el medio de tu mesa. Colocan al borde de la misma un balde gigante para tirar los pinchos que irás descartando y mientras el agua llega a su pico de hervor, los comensales se dirigen a las heladeras o mesas gourmet para seleccionar lo que van a hervir en su olla.
Hay una amplia propuesta de vegetales, hongos, ensaladas, pimientos, y condimentos.  En las heladeras tenés todo lo carnico, lo que menos hay es carne de vaca. Por lo que pude identificar había muchos animales pequeños que parecían roedores y aves. También algunos órganos como cerebros, hígados y riñones de varios animales. Cada uno de estos alimentos los llevas a tu mesa para irlos hirviendo a medida que los vas probando. 

las carnes que probé parecían duras, chiclosas,  y otras ni siquiera me atreví. La realidad es que todo me dió un poco de asco y me quedaron pocas ganas de seguir probando y probando

La mitad de las carnes que probé parecían duras, chiclosas,  y otras ni siquiera me atreví. La realidad es que todo me dió un poco de asco y me quedaron pocas ganas de seguir probando y probando, pero debo decir que fue toda una experiencia, al punto de que hoy lo estoy compartiendo con ustedes.
Al final de la comida, toman todos los pinchos usados, los pesan y de esta forma de cobran la cena. Todos muy atentos y hasta se divertían con nuestras caras, a mi me encanta probar todo tipo de cosas, pero esto realmente fue muy extremo. Apreciaría consejos o tips para salir a comer en el país asiático cuando la pandemia del coronavirus ( covid-19 ) pase y eventualmente nuestra vida vuelva a la normalidad, si es que esto sucede.

Colocan al borde de la misma un balde gigante para tirar los pinchos que irás descartando y mientras el agua llega a su pico de hervor, los comensales se dirigen a las heladeras o mesas gourmet para seleccionar lo que van a hervir en su olla.